Otro ejemplo mas de filmografía laxante:

Obdulio Rabomán era un creador minimal idolatrado por las mujeres de clase alta. Él entra en una dinámica suicida de minimalismo exacerbado que le lleva a buscar siempre la máxima simpleza y elegancia en la forma. Su pasado como diseñador de ataudes le lleva a ello. Se sumerge pues en una espiral de minimalismo que le lleva a trabajar 18 horas seguidas, no comer y no dormir para llevar a cabo su gran obra, que no es otra que imponer el minimalismo mas ortodoxo en todos los ambientes de decoración del mundo.

Hay que decir que los profesionales de su sector se rien de el y de sus ideas. De todas maneras su servilimo entre sus superiores le convierten en un personaje indispensable. Su lema y su leitmotiv es : Lo que fache falta!.

Tras 28 meses de trabajo minimalista en los que literalmente se habia olvidado de el mísmo su aspecto físico está mas cercano a un cadaver (ver foto) que al ser humano que nunca fue. Aún así su predicamento con las mujeres de clase alta sigue siendo tal que una de las furcias de alto standing que promocionan su trabajo muere-literalmente-por sus huesos....es una obra indispensable y laxante. Solo para garrulos del tuning amarillo y azul.